La administración del color de ArcGIS Pro garantiza que los colores que utiliza en sus mapas, escenas y diseños se muestren de forma coherente en todos los dispositivos: por ejemplo, en un monitor diferente, al exportarlos a un PDF o al imprimirlos. Sin la administración del color, los dispositivos que visualizan su trabajo hacen todo lo posible para reflejar los colores elegidos con la mayor precisión posible, pero conseguir una correlación fiel de los colores es poco probable. La administración del color no puede garantizar una coincidencia de color exacta, pero garantiza que la fidelidad del color se mantenga en todo lo posible a lo largo de su flujo de trabajo.
El sistema de administración del color lo consigue agregando información a las definiciones de color y las imágenes de los mapas y diseños. Esta información adicional se almacena en un archivo que se conoce como un perfil de color. Los perfiles de color proporcionan una referencia para los valores de color de su proyecto específicos de los dispositivos que está utilizando para la visualización y la salida. El sistema de administración del color utiliza estos perfiles junto con un conjunto de políticas de conversión para garantizar la uniformidad del color al trasladar los colores a diferentes elementos del proyecto y visualizarlos en diferentes dispositivos.
Habilite la administración del color siempre que sea necesario o cuando su flujo de trabajo de salida requiera un perfil de color incrustado para su uso en otros lugares, por ejemplo, al enviar el archivo a una imprenta.
¿Por qué es necesaria la administración del color?
Las discrepancias pueden producirse al definir colores en un lugar y, lógicamente, esperar ver el mismo color en otro lugar. Lo ideal es que el color de un mapa se muestre idéntico, ya sea en el monitor de su equipo o impreso en papel. Sin embargo, los valores de los modelos de color se interpretan de forma distinta en los diferentes dispositivos, de modo que unos mismos valores de color se pueden visualizar de forma diferente en función del lugar en el que se visualicen. A menudo las diferencias son mínimas y, en muchos casos, quizá no sean importantes. Sin embargo, en las situaciones en las que sí importa, debe utilizar la administración del color para controlar de qué forma interpretan y emiten el color los dispositivos y garantizar así la coherencia.
Una de las razones por las que es difícil conseguir la coincidencia de los colores entre dispositivos es que algunos de ellos, por ejemplo, el monitor de un equipo, utilizan la luz para crear el color. Estos dispositivos se basan en modelos de color aditivos, en los que se mezclan distintos canales de luz (generalmente, rojo, verde y azul, o RGB) en diferentes proporciones para crear colores visibles. El RGB se mide en incrementos de 0 a 255. Con el valor máximo de los tres canales de luz (RGB 255,255,255), la suma es una pantalla completamente blanca. La ausencia de luz en todos los canales (RGB 0,0,0) da como resultado una pantalla completamente negra. Distintas proporciones dan como resultado tonos diferentes. Si los tres valores de canales son idénticos, el resultado es un tono de gris.
Por contra, las impresoras utilizan tinta para aplicar color a una página. Se mezclan tres canales de tinta, generalmente cian, magenta y amarillo (CMY), en diferentes proporciones para crear los colores visibles. Las impresoras son sistemas sustractivos. La ausencia de tinta en todos los canales (CMY 0,0,0) da lugar a una página blanca (naturalmente, siempre y cuando el papel sea blanco). La cantidad máxima de tinta en los tres canales dan lugar a negro o, más precisamente, casi negro. Resulta difícil obtener un color negro intenso mezclando tinta de impresión de color. Por ello, las impresoras suelen tener un cuarto canal de tinta negra (normalmente abreviado como K) para garantizar que los colores negros sean intensos.
Si bien los sistemas RGB y CMYK son conceptualmente opuestos, no ocupan exactamente el mismo volumen de espacio de color. El volumen completo, o dominio, de los colores que es posible definir en un modelo de color se conoce como la gama. Las gamas de RGB y CMYK tienen la mayoría de sus respectivos volúmenes en común, aunque existen varias diferencias. La administración del color puede ayudar a determinar qué ocurre cuando un color se define en un modelo, pero se convierte y se imprime en un modelo en el cual dicho color está fuera de la gama. En ArcGIS Pro, cada elemento de proyecto de color administrado tiene dos perfiles de color definidos, uno en RGB y otro en CMYK, y un modelo de color definido para uno de los dos.
Las definiciones numéricas de un color en estos modelos son muy precisas y exactas en apariencia, por lo que es fácil suponer que un conjunto de valores de color se representará de forma idéntica en cualquier lugar. Sin embargo, en realidad son solo valores que tienen significado únicamente en el contexto del espacio de color en el que se definen. Por tanto, son sinónimos de las coordenadas de un mapa. Las coordenadas de un mapa solo son significativas en el contexto de un sistema de coordenadas y un datum geográfico determinados. Sin esta referencia, son tan solo valores arbitrarios. Los perfiles de color proporcionan ese contexto asignando significado a los valores de color.
Un espacio de color es una instancia específica de un modelo de color que presenta una gama definida. Por tanto, pueden existir instancias diferentes de modelos RGB en las que todos ellos definen y clasifican los colores mediante ejes RGB, aunque cada uno tenga gamas levemente distintas respecto de la gama de colores que definen. Cada dispositivo presenta un espacio de color. No existe ningún dispositivo capaz de capturar o reproducir todos los colores visibles imaginables. La gama de colores que un dispositivo es capaz de reproducir es su gama. Cuando un color pasa de un dispositivo a otro, su apariencia visual puede ser distinta porque el nuevo dispositivo interpreta los valores de color en referencia a su propio espacio de color. Para traducir los colores de un dispositivo a otro y garantizar la uniformidad de los colores se utilizan perfiles de color.
Un diagrama de cromaticidad se basa en mediciones de cómo el ojo humano percibe la luz. A continuación, se muestra una vista aplanada de este volumen 3D. La línea curva representa longitudes de onda de luz individuales, o colores espectrales. Todos los colores perceptibles para el ser humano con una visión cromática normal se representan en algún lugar dentro de esta forma curvada, incluidos el morado y el magenta, que no son colores espectrales, sino mezclas de luz roja y azul.
Los diagramas de cromaticidad resultan útiles para comparar las gamas de los espacios de color. En el siguiente diagrama, el triángulo coloreado es la gama sRGB, que representa los colores que se pueden mostrar en la mayoría de monitores de equipos informáticos. Debido al aplanamiento del diagrama, aquí se muestran solamente los colores a plena intensidad. El resto se representan conceptualmente tras el triángulo, fuera del alcance de la vista en este diagrama. La gama SWOP CMYK aparece con un contorno blanco. Las áreas en las que estas gamas no se superponen representan los colores que se pueden mostrar en un espacio de color, pero no en el otro. Sirve para ilustrar cómo CMYK no puede mostrar muchos de los violetas y verdes que RGB sí puede.
Un perfil de color es una descripción del espacio de color y la gama de un dispositivo como un contexto para los valores de color, en un formato que un sistema de visualización es capaz de entender. El sistema de visualización utiliza perfiles de color para convertir los valores de color y lograr la uniformidad visual de los colores de un dispositivo a otro. Los valores se convierten al modelo de color Lab o XYZ como paso intermedio. El modelo Lab define los colores mediante valores basados en la percepción visual, en lugar de valores que se refieren a una cantidad de luz o tinta. Por ello, el modelo Lab es independiente de los dispositivos y puede usarse como un paso intermedio neutro para la conversión del color de un dispositivo a otro.
El sistema de administración del color garantiza la uniformidad del color mediante la traducción de los colores con información de los perfiles de color de origen y destino, más las reglas de conversión de colores definidas en la aplicación cuando los colores pasan de un elemento de proyecto a otro o de un dispositivo a otro.