Los datos ráster se obtienen, comúnmente, al escanear mapas, recopilar fotografías aéreas e imágenes de satélite sin procesar. Los conjuntos de datos de mapas escaneados no suelen contener información (ya sea incorporada en el mosaico o como un archivo separado) sobre dónde se encuentra el área en la superficie de la Tierra. La información sobre la ubicación que se proporciona con las fotografías aéreas sin procesar y las imágenes satelitales suele ser insuficiente para realizar análisis o mostrarla alineada correctamente con otros datos. Para utilizar este tipo de datos ráster junto con datos espaciales, a menudo es necesario alinearlos o georreferenciarlos con un sistema de coordenadas cartográficas.
Cuando georreferencia un dataset ráster, define cómo se sitúan los datos utilizando coordenadas de mapa. La georreferenciación se especifica vinculando los puntos de origen con los puntos de destino. Este proceso incluye la asignación de un sistema de coordenadas que asocia los datos con una ubicación específica en la Tierra. La georreferenciación de datos de ráster permite visualizarlos, consultarlos y analizarlos con otros datos geográficos.
La imagen siguiente muestra cómo se pueden georreferenciar (mediante enlaces) dos datasets que no se solapan para crear dos datasets que sí se solapan. Una vez que los datasets se superponen, resultan más útiles para el análisis y la visualización.
Otro método para georreferenciar una imagen es desplazar la imagen. Desplazar una imagen resulta útil si los datos ráster tienen la orientación y la escala correctas, pero es necesario desplazarlos a una nueva ubicación geográfica. La siguiente imagen muestra un ejemplo de un dataset ráster que se ha desplazado. La primera imagen muestra que las polilíneas de la calle no se alinean correctamente con la imagen ráster. La segunda imagen muestra el dataset ráster desplazado para alinearse correctamente con las calles.
